(Revista Disruptiva, 2022).
En la infancia temprana, la educación preescolar brinda un tipo de educación integral, enfocándose en aspectos cognitivos, emocionales, sociales y físicos.
Este tipo de educación funciona como puente entre el hogar y la educación formal, introduciendo de manera gradual conceptos básicos de matemáticas, lenguaje, etc., generando un ambiente seguro y estimulante para el aprendizaje a través del juego, la exploración y la interacción. (Essa & Burnham. 2019).
Para la infancia media, la escuela permite un desarrollo de conocimiento académico y conocimiento cultural de normas y valores, también brindando soporte para el aprendizaje de habilidades de lectoescritura, lo que extiende las capacidades cognitivas. (Bornstein. 2005).
En este nivel, las experiencias escolares afectan la imagen de las propias habilidades del infante para aprender. El estilo parental ayuda en la motivación académica, permitiendo el desarrollo de autonomía y expectativas para la escuela. Se experimenta estrés escolar por presión de rendimiento académico, relaciones con compañeros y ansiedad relacionada con las expectativas. (Wang & Fletcher. 2016).
Referencias.
Bornstein, M. H. (2005). Handbook of parenting: Volume I: Children and parenting. Psychology Press.
Essa, E. L., & Burnham, M. M. (2019). Introduction to early childhood education. Sage Publications.
Wang, D., & Fletcher, A. C. (2016). Parenting style and peer trust in relation to school adjustment in middle childhood. Journal of Child and Family Studies, 25, 988-998